24/6/18

Prueba: Seat León 2.0 TDI-150 FR Plus 5p

Te traigo la prueba del coche más vendido en España, el Seat León, en este caso asociado a la motorización diésel de 150 CV y acabado deportivo FR Plus en su práctica carrocería de 5 puertas.


Por fuera
¿Queda alguien que no conozca a esta generación del León? Ha sido la más vendida, la más práctica y la que de mayor número de carrocerías ha dispuesto: 5 puertas (como la de la unidad probada), 3 puertas SC, familiar ST y familiar con aspecto campero ST X-Perience.


La versión de 5 puertas tiene una línea agradable que no disgustará a nadie, con las justas líneas de diseño para no resultar recargado, una estética agradable y unas dimensiones en la media del segmento que se adaptan bien a cualquier plaza de garaje.


Esta versión FR se distingue del resto por sus llantas de aleación (de 5 brazos y 17 pulgadas de serie, más grandes opcionalmente) y por sus paragolpes deportivos, tanto delante como detrás, que dan ese toque diferente pero sin ser recargados. Por último, los faros full-led de esta versión FR Plus aportan esa firma luminosa tan característica en los últimos Seat (y alumbran bastante bien).


Por dentro
Por dentro, misma tónica que por fuera: diseño agradable, con todo a mano y una ergonomía destacable. Sí que es cierto que en mi opinión es un poco soso, pero eso va en gustos. Los materiales empleados son agradables, con plásticos blandos en la parte superior del salpicadero, y con ruletas y palancas de buen tacto. En algunas zonas lleva el tan de moda plástico negro piano que se ensucia con mucha facilidad, y además en la parte superior lleva un reborde cromado que deslumbra si le da el sol.


La ergonomía, como ya he comentado, es casi perfecta, ya que todos los mandos están allí donde se supone que deben estar. La pantalla central táctil es de buen tamaño y está colocada en la parte superior, con lo que no es necesario apartar demasiado la vista de la carretera para consultarla. Y con muy buen criterio se han mantenido unos cuantos botones físicos, como los del climatizador. Además, al compartir muchos de estos elementos con otros modelos del grupo VW, nos sentimos como en nuestra casa ya que todo funciona exactamente igual que en sus "primos".


En las plazas delanteras no hay ningún problema ni de espacio ni de visibilidad (aunque los retrovisores son pequeños y tienen una forma extraña que provoca un ángulo muerto considerable). Tanto asiento como volante disponen de amplias regulaciones que nos permiten encontrar la postura adecuada sin mucho esfuerzo, y además el asiento deportivo de esta versión FR combina de forma muy adecuada confort y sujeción lateral. El volante deportivo está ligeramente achatado, pero es poco y apenas se nota (yo, que prefiero los volantes redondos, con éste no me he encontrado incómodo).


En las plazas traseras caben muy bien dos adultos de estatura elevada (con mi 1,77 me sobraban más de cuatro dedos hasta el techo y un buen trozo para las rodillas con el asiento delantero colocado en mi posición de conducción), y la puerta abre lo suficiente como para permitir un fácil acceso. Un quinto ocupante irá apretado, pero eso pasa en todos sus rivales. El maletero también es bastante amplio y está en la media del segmento.


En marcha
Al ponernos en marcha descubrimos una de las mejores cualidades de esta generación del León: su bastidor. Y es que está puesto a punto de manera exquisita, ya que el comportamiento es intachable. La suspensión controla muy bien los movimientos de la carrocería, y a la vez no hace al coche incómodo, por lo que los kilómetros pasan sin enterarnos. Tanto en ciudad como en carretera o autopista se encuentra a gusto. Incluso se puede practicar una conducción algo más que alegre, y el coche sigue nuestras instrucciones fielmente. Además, la dirección es un poquito menos blanda que en otros modelos del grupo, lo cual es de agradecer.


El motor es el conocidísimo 2.0 TDI, en este caso en la versión de 150 caballos y con cambio manual de 6 velocidades. Andar, anda mucho, y tiene mucha fuerza a partir de unas 2000 revoluciones, con lo que en buena parte de las situaciones podemos olvidarnos del cambio de marchas si nuestra conducción es tranquila, y si reducimos una o dos marchas podemos realizar adelantamientos fulgurantes (para su potencia, claro está). Sí que es cierto que los desarrollos son algo largos, seguramente para bajar el consumo (lo que se consigue, ya que obtuve una media de 5,26 litros aunque prácticamente no hice nada de ciudad). Aunque es cierto que por debajo de 2000 vueltas no tiene mucha fuerza y hay que hacer patinar el embrague más de la cuenta si queremos salir de un ceda (o situación similar) en segunda si no queremos que se nos cale. A cambio, tengo que mencionar que su aislamiento es muy bueno y apenas se perciben vibraciones o ruidos, escuchándose más la rodadura que el propio motor (y en todo caso a niveles muy bajos).


Equipamiento y precio
El precio base con este equipamiento y esta motorización es de 23930 € según configurador. El equipamiento principal incluye llantas de aleación de 17 pulgadas, Seat Sound System con 9 altavoces, pantalla central de 8 pulgadas, cristales traseros oscurecidos, climatizador bizona, retrovisores plegables, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, faros full led, pilotos traseros led, freno de estacionamiento eléctrico, selector de modos de conducción "Seat Drive Profile", faros antiniebla con función cornering, sensores de lluvia y luces o retrovisor interior electrocrómico.

Como opciones principales podemos encontrar la pintura metalizada (550 €, la unidad probada la llevaba de color "Negro Midnight"), pintura "Rojo Desire" (750 €), llantas de aleación de 18 pulgadas (de 390 a 800 €), tapicería de piel (1600 €), apertura y arranque sin llaves (360 €), sistema de navegación (de 450 a 1160 €), instrumentación "Digital Cockpit" (360 €) o el asistente de frenada en ciudad (180 €).

Nuestra unidad iba totalmente de serie salvo por la pintura negra, con un precio de 24480 €, algo superior al de alguno de sus rivales (aunque habrá que comprobar los precios a pie de concesionario). Y podemos personalizarlo aún más tirando de la lista de opciones, con lo que podemos dejar el coche a nuestro gusto.


Conclusión
No me extraña que este coche fuera el más vendido en España en 2017 y que lo siga siendo en este 2018 a pesar de ser ya un veterano del segmento, ya que tiene todo lo que un comprador del segmento C busca: estética agradable, buen acabado, gama amplia, buena habitabilidad, y un muy buen comportamiento en carretera (quizá su mayor virtud). Este motor de 150 CV agradará a aquellos que busquen buenas prestaciones y un consumo moderado, aunque hay que hacer números y ver si compensa frente a su homólogo en gasolina. Y si no necesitamos tantas prestaciones, siempre podemos elegir una motorización inferior. Lo único que no me atrae, aparte del diseño interior, es su veteranía, y es que su sustituto no tardará en aparecer (¿2019 quizás?). Pero es un modelo totalmente recomendable y un acierto total por parte de la marca española.

  • Destacable: agrado general, comportamiento en carretera, consumo bajo, prestaciones.
  • Mejorable: respuesta a bajas rpm, diseño agradable pero muy visto, retrovisores pequeños.

El resto de las fotos, aquí.




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