23/3/20

Prueba: Opel Crossland X 1.2 Turbo 130 Edition

Volvemos a la carga con la prueba de otro miembro del cada día más poblado segmento de los SUV pequeños. En este caso, el Opel Crossland X, con motor de gasolina de 130 CV y acabado básico Edition.


Por fuera
Este modelo vino a sustituir al monovolumen Meriva en plena fiebre SUV, por lo que Opel decidió (junto a PSA, antes de que esta última la comprase) que este sería el formato de su sustituto, pero manteniendo buena parte de las cualidades de su predecesor. Y eso se nota en su estética, ya que sus formas son algo más cuadradas que las de algunos de sus rivales para favorecer el espacio interior (cuestión de cada uno si te gusta o no, a mí me parece un modelo muy agradable). Decir que estamos probando una versión básica Edition porque la unidad es austriaca, ya que esta combinación de motor y equipamiento no se vende en España.


Su línea, como ya hemos dicho, es agradable. Su capó alto y su morro vertical ayudan a dar la sensación de coche grande, y sus múltiples plásticos negros alrededor de toda la carrocería nos recuerdan que estamos ante un SUV a la moda. La parrilla es típica Opel, con el escudo adornado con dos tiras cromadas. Los faros y pilotos (ambos en esta unidad con tecnología led) también siguen la firma luminosa en forma de ala típica de la marca. Y pocos detalles más, ya que se ha intentado hacer un diseño que no disguste a nadie, sin estridencias. Sí que tengo que decir que al ser la versión básica no dispone del techo a contraste ni de llantas de aleación o faros antiniebla, que ayudan a personalizar bastante el coche. Lo que sí destaca es la línea cromada y su extensión por el pilar C, recordando al ya extinto Adam.


Por dentro
El salpicadero y los mandos son típicos de Opel también, y nos encontramos con un interior muy parecido por ejemplo al del Astra o al del recién desaparecido Mokka. Una plancha superior de plástico blando y bien ajustada bastante horizontal y sin nada que sobresalga marca el diseño. La pantalla central de 8 pulgadas con los aireadores a los lados está integrada, pero en una posición bastante alta y de fácil lectura. Bajo ella se encuentran una serie de botones físicos (¡bien!) para acceder a determinadas funciones, y un poco más abajo se encuentran los botones y ruletas del sistema de ventilación (¡doble bien!), unas ruletas de buen tamaño y físicas, como tiene que ser (su "primo" de desarrollo, el C3 Aircross, no las lleva sino que todo se maneja desde la pantalla). La instrumentación es la tradicional de agujas, con una pantalla también que da la suficiente información.


Desde el asiento del conductor se tiene buena visibilidad, gracias a una postura alta que será del gusto de muchísimos compradores de SUV. Gracias a los amplios reglajes se consigue una postura de conducción buena, y los opcionales asientos AGR de esta unidad son simplemente fantásticos, disponiendo además de banqueta extensible y de diversas regulaciones eléctricas, y son muy cómodos para que no notemos el paso de los kilómetros. Opel siempre ha hecho buenos asientos, y en este caso son de sobresaliente (aunque para ser de 10 deberían sujetar un poco más en las curvas). Sí que es curioso el freno de mano, con una palanca de forma extraña (se supone que así ocupa menos) y con un botón de desbloqueo con el que es fácil que te pilles el dedo. El tacto de todos los mandos y botones es bueno, hay unos cuantos huecos donde dejar pequeñas cosas (aunque pocos con tapa) y por suerte no se ha abusado del negro piano (que sólo estará limpio el día que compres el coche). Los plásticos son más que correctos, aunque ciertos tornillos vistos y el ajuste visto de los cinturones delanteros a la carrocería empañan un poco el conjunto. Pero hay que elogiar su buena ergonomía, ya que todo está en su sitio y los botones tienen un orden bastante lógico (¡y reiteramos, muchos son físicos!).


En las plazas traseras hay mucho espacio, a lo que ayuda una banqueta corrediza (opcional) que nos permite elegir entre un muy buen espacio para las piernas y maletero de 410 litros, o casi nada de espacio para las piernas y 520 litros de maletero, como una berlina media. El maletero además dispone de un doble fondo muy práctico, lástima que no disponga de algún sistema para que no se vea el maletero cuando adelantamos la fila trasera. La superficie acristalada es bastante grande, y eso ayuda a dar mucha luminosidad al habitáculo.


En marcha
Está claro que este modelo es un coche familiar. Lo es por sus soluciones para el habitáculo, lo es por su amplio interior...  y lo es por cómo se mueve en carretera. La suspensión es blanda, favoreciendo la comodidad en autopistas y carreteras amplias, y ante los baches de la ciudad, pero lo hace torpe en carreteras reviradas y eso se nota en cuanto intentamos apurar un poco el ritmo, momento además en el que los controles de tracción y estabilidad salen al paso y cortan cualquier atisbo de deportividad. De acuerdo, el coche no está pensado para ir de curvas, y para su uso principal cumple y con nota, pero los controles podían ser un poco menos intrusivos. Sí destacan también sus faros led, que ofrecen una buena iluminación.


El pequeño motor 1.2 mueve bien al coche, aunque se nota que es tricilíndrico en su sonido, muy característico y que se deja notar si estiramos un poco las marchas, además de transmitir algunas vibraciones. El cambio funciona bien, los recorridos de la palanca son algo largos pero el tacto es agradable. Los desarrollos elegidos se nota que han buscado el ahorro, con unas últimas marchas muy largas que ayudan al consumo (obtuvimos una media de 6,38 litros cada 100 km), y no perjudican mucho a las prestaciones porque el motor funciona bien en regímenes medios y basta con reducir una marcha si necesitamos más aceleración.


Equipamiento y precio
Como ya dijimos anteriormente, esta combinación de motor-acabado no existe en España, ya que el motor de 130 CV, el más potente de la gama, sólo está disponible con el acabado superior Innovation. El precio según configurador es 20500 euros, y de serie incorpora la pintura exterior azul con el techo y los retrovisores a contraste (o de color carrocería si se prefiere), llantas de aleación de 16 pulgadas de color negro, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara de visión trasera, sensores de lluvia y luces, iluminación interior led, asistente de salida en cuesta, acceso y arranque sin llave, control de velocidad, climatizador automático bizona, faros antiniebla, alerta de cambio de carril, lector de señales de velocidad o sistema de infoentretenimiento R 4.0 IntelliLink con pantalla de 7 pulgadas, Android Auto y Apple Car Play, control por voz y 6 altavoces.


Como opciones principales (entre otras) disponemos de diversas pinturas brillantes o metalizadas (entre 250 y 700 €), llantas de aleación de 17 pulgadas (250 €), rueda de repuesto de 16 pulgadas (100 €), pack Safety (500 €, e incluye detector de fatiga, alerta de colisión frontal, detector de peatones y frenada automática de emergencia), pack Versatilidad (500 €, incluye el doble piso de carga y los asientos traseros deslizantes), pack Vision (faros full led AFL adaptativos y pilotos traseros led), pack Invierno (390 €, incluye asientos y volante calefactados), pack Park&Go (700 €, incluye aparcamiento asistido, retrovisores plegables y control de ángulo muerto), asientos AGR para conductor y acompañante (685 €), techo panorámico (915 €) o sistema Navi 5.0 Intellilink (1100 €, incluye pantalla central de 8 pulgadas, pantalla de 3,5 pulgadas en la instrumentación, doble toma USB y sistema de navegación). Llama la atención que, a pesar de ser el acabado más alto de la gama, haya que pagar 25 € por el reposabrazos del conductor o 60 € por el tercer reposacabezas trasero.


Conclusión
El Meriva tiene un digno sustituto en este Crossland X. Sigue siendo un modelo amplio, con buena habitabilidad y un maletero grande, pero con una estética SUV mucho más a la moda. Un buen coche familiar, con un motor enérgico y que gasta poco, con unos buenos asientos (opcionales) y una suspensión confortable. Llama la atención que haya que tirar de opciones básicas en este acabado superior, que elevan bastante el precio final, pero bueno, así puedes hacerte el coche a tu gusto. Y la variedad de llantas y opciones bicolor (techo blanco, negro o color carrocería) hacen que puedas personalizar bastante el coche. Lo dicho, un buen coche familiar.

  • Destacable: habitabilidad, maletero, ergonomía.
  • Mejorable: equipamiento de serie, suspensión blanda.

El resto de las fotos, aquí.



1 comentario:

  1. Este Opel es excelente, de esos Turbos que no parecen, pero te dan una sorpresa al conducrlo.

    ResponderEliminar

Un blog sin opiniones no es nada, así que deja la tuya. ¡Gracias!