12/11/16

Prueba: Renault Talisman 1.6 Energy dCi 130 Zen 4p

Hoy ha tocado ponerse a los mandos de la berlina más grande que tiene actualmente Renault, el Talisman, con motor diésel 1.6 dCi de 130 caballos, versión sedán de cuatro puertas y acabado Zen.


Por fuera
Tanto ha cambiado el Laguna (del Latitude mejor nos olvidamos), que hasta ha cambiado de nombre. En Renault decidieron comenzar una nueva etapa, y por eso decidieron no mantener nada del modelo anterior. Y puedo afirmar que, efectivamente, este Talisman no tiene nada que ver con su antecesor. Ni siquiera en el tamaño, ya que coquetea casi con el segmento E, al medir nada menos que 4,85 metros de largo y 1,87 metros de ancho.


El diseño es muy agradable y acertado (no sólo lo digo yo, todos los que me han visto con el coche han opinado lo mismo). Sigue la línea de los últimos diseños de Renault, con la parrilla uniendo los faros, el rombo central de gran tamaño, las luces diurnas con forma de C (y de tamaño gigante como en el Megane que probamos este verano, y que siguen sin gustarme), los pliegues laterales, los pilotos con una característica luz de posición y de gran tamaño que casi se unen en el centro... Vamos, que se reconoce como un Renault actual. Lo único que aprecio es que el capó tiene una forma "sospechosamente" parecida a la de su rival el VW Passat. Decir también que su suave caída del techo y su maletero bien separado lo convierten en una gran berlina y muy elegante. Eso sí, no me lo compraría en este color... aunque para gustos (y nunca mejor dicho), los colores.


Por dentro
Si por fuera se reconoce como un Renault, por dentro todavía más, lo que es bueno y malo a la vez. ¿Y por qué digo esto? Porque si por fuera tiene un aire de familia, por dentro es que es exactamente igual a cualquier otro Renault, con la misma consola, el mismo volante, los mismos aireadores, los mismos botones... Imaginación cero.


En las plazas delanteras, ningún problema. La postura adecuada al volante se encuentra con facilidad (aunque el respaldo se regula por palanca...), y los múltiples reglajes ayudan a ello. Se va sentado bajito (lo que gustará a unos más que a otros), aunque a pesar de ello la visibilidad es buena hacia delante y hacia los lados; hacia atrás ya es otra cosa puesto que la luneta trasera es muy pequeña, por lo que recomiendo encarecidamente equipar la opcional cámara trasera, que con su gran angular nos ayuda y mucho al salir de los aparcamientos marcha atrás (en carretera, habrá que apañarse con los retrovisores exteriores). Al menos son conscientes de ello en Renault y los reposacabezas traseros son plegables hacia adelante para intentar entorpecer lo mínimo posible cuando no se usan. Los asientos delanteros son grandes y bastante cómodos, aunque el respaldo tiene unos laterales muy prominentes que molestan al insertar las marchas pares (a ello también contribuye que la palanca tiene unos recorridos demasiado largos).



El volante tiene un grosor y tacto perfectos, aunque demasiados botones (los de los radios, las palancas tras él habituales, y un gran mando satélite para el equipo de audio que lleva Renault montando desde el año de la polca). La instrumentación está dividida en tres partes, siendo la central una pantalla digital configurable según el modo de conducción elegido. Además, esta unidad disponía del HUD (head-up display), la proyección de datos en una lámina de plástico; se pueden ver la velocidad a la que circulamos, la velocidad máxima permitida, las indicaciones del navegador y las alertas por cambio de carril y por proximidad de vehículos. Se ve bien en diferentes condiciones de luz (y es regulable en altura), aunque es un poco "pijada" porque supone duplicar informaciones, pero bueno, todo lo que suponga no desviar tanto la vista de la carretera, bienvenido sea.



En el centro del salpicadero encontramos la gran pantalla táctil, siendo en este caso la grande de 8,7 pulgadas y colocada en vertical. El funcionamiento es igual que el de la más pequeña de 7 pulgadas (como la del Megane), con manejo similar a una tablet, responde bien y a la primera sin apretar mucho, y se ve bastante bien sea cual sea la luz exterior. Eso sí, yo pondría a mayor tamaño el navegador, ya que se reparten por igual el sistema de navegación y el de audio. Por lo demás, agradecer que se mantengan los botones físicos para el sistema de climatización (¡menos mal!), peeero... al ser la pantalla grande, ha desaparecido uno de ellos que sí existe cuando montamos la de 7 pulgadas: el selector de velocidad del ventilador, que tendrá que buscarse en la pantalla. Por último, en la parte baja de la consola tenemos un hueco con tapa (y con fondo tapizado para que las cosas ahí situadas no hagan ruido), y junto a la palanca del cambio hay otro hueco, los botones y ruleta del multi-sense y de la pantalla central, y el botón que conecta el regulador/limitador de velocidad (señores de Renault, ¿por qué lo ponen ahí en todos los modelos? ¡Vaya sitio más extraño!). Y tengo que hablar de las calidades; no son malas, pero me las esperaba mejores para un modelo de este segmento y precio. A ver, que no se me malinterprete, ya que todo tiene buen tacto y el ajuste es bueno, pero por ejemplo las ruletas y botones tienen el mismo tacto que en el Megane, y el plástico negro que rodea a la pantalla es lo que aparenta ser de menor calidad... y es lo más visible (y se le quedan visiblemante marcadas las huellas de los dedos), al igual que en el Megane... Y es que claro, compartir tantas cosas hace que, lo que en un modelo más pequeño sea estar en la parte alta en cuanto a acabados, aquí estemos en la media al ser un modelo de más categoría. Porque los pespuntes vistos frente al pasajero no logran disimular que esa zona es de plástico.






En las plazas traseras es donde más se nota el tamaño exterior del coche, y es que el espacio para las piernas es enorme (me sobraba casi una cuarta). Los asientos también son cómodos, y el reposacabezas queda a la altura correcta aunque es un poco duro. Lo peor aquí es la altura (sin ser mala), y es que la suave línea descendente del techo que queda tan bien por fuera hace que aquí la altura sea más justa. Yo cabía perfectamente (mido 1,77), pero apenas me sobraban un par de dedos; plazas más que suficientes para dos adultos de estatura algo superior a la media. Además, disponemos de un reposabrazos central con varios huecos, y unos anclajes Isofix bien pensados y ocultos bajo unas tapas retráctiles no extraíbles y de buena calidad (¡hola Jaguar, y sus cutre-tapas extraíbles!), además de nuestros propios aireadores y dos tomas USB para cargar nuestro móvil, por ejemplo. Y en el maletero también se nota su gigantismo exterior, ya que es enooorme, de los más grandes del segmento (aunque su parte superior podría tener menos elementos a la vista), y dispone de una boca de carga bastante amplia para ser un cuatro puertas.








En marcha
Ya había rodado brevemente con un Talisman en el Circuito del Jarama; ahora con más tiempo he podido comprobar que las buenas sensaciones que tuve no fueron un espejismo. Una berlina media de este tamaño (casi en el segmento E) está hecha para viajar, y en este aspecto no defrauda. Por autopistas se mueve perfectamente, ya que sus asientos y suspensión son muy cómodos, y el motor apenas hace ruido. Dispone además de una sexta velocidad bastante larga que ayuda a reducir el consumo. Por tanto, genial en autopistas.


¿Y en carretera? Podría pensarse que un coche tan grande y con la suspensión cómoda sería torpe, pero nada más lejos de la realidad. La suspensión absorbe bien los baches y contiene perfectamente los movimientos de la carrocería, y además la dirección, aunque filtra demasiado lo que ocurre bajo las ruedas, tiene el grado correcto de asistencia y te permite guiar al coche por donde quieres. Y sabía por el Jarama que el coche iba bien en curvas, y me reafirmo. Lo único, que el coche es muy ancho, y se nota en nuestras pequeñas y maltrechas carreteras comarcales.


En ciudad es donde peor se encuentra, lógicamente, ya que su tamaño es muy grande para nuestras calles. Además, tampoco es que gire en poco espacio (supongo que mejorará con el 4 Control de cuatro ruedas directrices), pero al menos los opcionales sensores de aparcamiento y cámara trasera ayudan al conductor. Y te recomiendo que, antes de comprarlo, lo lleves a tu plaza de garaje, porque no cabrá en todas.


¿Y del motor? Pues tengo que reconocer que iba con miedo, ya que no sabía si 130 CV serían suficientes para un coche tan grande, y más con los decepcionantes antecedentes del Megane TCe 130 de gasolina. Pero bueno, en este caso el motor es el dCi, y aunque yo sea bastante anti-diésel, iba a darle una oportunidad. ¡Y qué grata sorpresa! Aquí los desarrollos parecen estar bien elegidos, con unas primeras marchas cortas que hacen que el coche gane velocidad con presteza, y unas últimas más largas que ayudan a bajar el consumo pero que son perfectamente utilizables. Vale, hasta 1800 vueltas, que es cuando el turbo empieza a funcionar de verdad, no hay demasiado motor, pero a partir de ahí empuja sin cesar. Los adelantamientos se efectúan con mucha seguridad, siendo muchas veces innecesario reducir marchas, y de los semáforos y rotondas sale también con celeridad. ¡Cómo anda! Y además, de consumo también está muy bien, ya que he obtenido una media de 5,4 litros conduciendo por todo tipo de vías y sin empeñarme en consumir poco. ¡Y casi ni vibra ni suena! Así que al motor le doy un sobresaliente.


Equipamiento y precio
La unidad, como ya hemos comentado, correspondía al motor 1.6 dCi de 130 CV y equipamiento Zen, que tiene un precio (según el configurador de Renault) de 29574 €. Como equipamiento de serie principal encontramos controles de estabilidad y de presión de neumáticos, múltiples airbags, llantas de aleación de 17 pulgadas, sistema R-Link 2 con pantalla táctil de 8,7 pulgadas vertical y sistema de navegación, asiento del conductor con masaje, iluminación ambiente interior configurable, alerta por cambio involuntario de carril, ayuda al arranque en pendiente, climatizador bizona, tomas USB delanteras y traseras, salidas de aire en las plazas traseras, tarjeta de acceso y arranque manos libres, sistema Stop/Start, retrovisores plegables, pilotos traseros de ledes, faros delanteros full-led, freno de estacionamiento eléctrico, cambio automático de luces de carretera y control de crucero adaptativo.

Como opciones principales, mencionar la pintura metalizada (550 €, con 8 colores a elegir), la rueda de repuesto de emergencia (100 €), el "pack technology" (950 €, incluye head-up display, control de ángulo muerto, sensores de aparcamiento delanteros y traseros y cámara de visión trasera), el "pack Bose" (800 €, incluye equipo de audio premium de la marca Bose con 13 altavoces y lector de CD MP3), el "pack style" (500 €, incluye cristales traseros oscurecidos y llantas de aleación de 18 pulgadas), el "pack invierno" (350 €, incluye asientos y volante calefactables), techo eléctrico panorámico (1100 €), sistema 4 Control (1100 €, y es el sistema de cuatro ruedas directrices), maletero eléctrico con apertura manos libres (550 €), amortiguación pilotada (550 €) y asientos delanteros eléctricos (500 €).

La unidad probada llevaba el "pack technology", la rueda de repuesto de emergencia y la pintura metalizada en color "beige duna", teniendo un precio según configurador de 31062 €. Sí, es un "cochazo", y lleva bastante equipamiento, pero son más de "5 kilos" de los de antes...


Del equipamiento, comentar algunos detalles. Los faros led alumbran bien, tanto en cortas como en largas. El sistema de navegación funciona muy bien, calculando el destino en poco tiempo y recalculando rápidamente si no le hacemos caso, aunque la voz en español suena bastante artificial (¿han grabado a una chica extranjera, que es lo que parece? Cambié el idioma a alemán, y todo resuelto). El equipo de audio también suena bastante bien, y eso que era el de serie y no el opcional de la marca Bose. De las ayudas a la conducción, buena cámara trasera y buenos sensores de aparcamiento (que funcionaban mejor que en el Megane). La alerta por cambio de carril sigue sin gustarme, ya que sólo la apreciarás bien si llevas conectada la música porque deja de sonar de un lado y emite un sonido como si pisaras las líneas rugosas de los arcenes de las autopistas (con una imitación mejorable). Y el control de ángulo muerto funciona muy bien, aunque me gustaría que emitiese algún tipo de sonido además de la luz en el retrovisor.


Conclusión
Vaya, vaya, a estos señores franceses les ha salido un coche casi redondo. Es un cochazo (una frase literal que me dijeron fue "vaya carraco te has echao"), con una estética muy agradable, un equipamiento bastante completo, buena comodidad, un comportamiento intachable y un motor muy solvente. Eso sí, aunque tiene muchas luces, también hay alguna sombra, siendo la más llamativa los detalles de acabado interior en relación a su precio. Pero si necesitas una berlina, es una buena opción a considerar, ¡y qué bonito es!


  • A favor: estética, respuesta del motor, consumo contenido, comportamiento en carretera, maletero enorme.
  • En contra: tamaño desmesurado, detalles de acabado, altura en plazas traseras, visibilidad hacia atrás, palanca de cambio con recorridos largos.


Por último, comentar que durante estos días Renault ha sacado una promoción en la que puedes probar un Talisman durante 24 horas (más detalles aquí). Por tanto, si estás interesado en el modelo, qué mejor ocasión para poder probarlo. Y es que nadie mejor que uno mismo para comprobar si se ajusta a tus necesidades.


El resto de las fotos, aquí.

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