13/3/18

Prueba: Nissan Juke 1.5 dCi Acenta

Hoy te ofrezco la prueba del SUV pequeño más conocido por todos: el Nissan Juke.


Por fuera
Y digo eso de "el más conocido" por varias razones. La primera, porque es el más veterano, ya que lleva en venta desde finales de 2010 sin prácticamente cambios (pilotos oscurecidos, ledes diurnos, paquetes de color y poco más); que tampoco le hacen falta ya que es un modelo totalmente diferente al resto y aún hoy se ve original (acertaron de pleno al dejar casi intactos los rasgos del concept Qazana). La segunda, porque durante mucho tiempo ha estado prácticamente solo en el segmento de los SUV-B (Kia Soul, Mini Countryman, Suzuki SX4, Fiat Sedici y Toyota Urban Cruiser eran sus únicos rivales por aquel entonces) y se ha vendido realmente bien. Y tercera, por la ya mencionada estética, que lo hace único y perfectamente reconocible entre el tráfico.


Al primer vistazo lo reconocemos como un SUV, con ese frontal alto y poderoso, y con una mayor altura al suelo que un turismo convencional. En el frontal encontramos los faros en tres niveles, con los ledes diurnos con forma de bumerán (como es típico en Nissan), los faros principales redondos (y con "cara de rana" según varios comentarios), y los antiniebla en la parte inferior. En la vista lateral destacan las pequeñas ventanillas, el techo casi plano, unas aletas muy marcadas y la manecilla trasera escondida en el pilar C. Y en la trasera encontramos unos pilotos que replican a los ledes delanteros, con una forma similar, y una luneta de pequeñas dimensiones. Su tamaño lo coloca en el centro del segmento SUV-B, con 4,14 metros de largo por 1,76 metros de ancho y 1,57 metros de alto; no es ni tan corto como un Captur ni tan largo como un Mokka X.


Por dentro
Al subirnos al coche vemos que claramente han apostado porque la gente se compre el coche porque le entre por los ojos, porque el interior tiene detalles mejorables. El salpicadero tiene un diseño que ya acusa el paso del tiempo, con una pantalla central muy pequeña y de funcionamiento lento, unos botones de tacto simplemente correcto y todo lleno de plástico duro (hay varias partes, como la consola central inferior, que pueden ir de colores que mejoran la apariencia, pero no era el caso de esta unidad). La instrumentación es bastante básica también y el diseño dificulta un poco la consulta rápida de la información. Lo que sigue incorporando es la botonera del climatizador con doble función, algo bastante original.


En las plazas delanteras, los asientos son buenos por forma y mullido, aunque cortos de banqueta (no es el primer coche japonés al que le pasa). El volante sólo se regula en altura, lo cual obliga a sentarnos cerca de él para llegar bien y por tanto tendremos los pedales algo más cerca de lo deseable; de todas formas se puede conseguir una postura razonablemente cómoda y a lo de los pedales te terminas acostumbrando. La visibilidad es buena hacia adelante y hacia los lados; hacia atrás queda reducida por la pequeña luneta posterior, aunque los grandes retrovisores solventan esto en parte.


Las plazas traseras son bastante justas. Me las esperaba peores teniendo en cuenta lo que he oído siempre de este coche, y de acuerdo que no son un prodigio de amplitud, pero son suficientes para dos personas de aproximadamente 1,80 m ya que ni rozarán en la cabeza ni en las rodillas. No les sobrará espacio, pero tampoco irán encajonados (y no deja de ser un segmento B). El maletero, tras la última actualización, creció hasta los 354 litros, una capacidad correcta.


En marcha
Está claro que Renault hace buenos motores diésel, que andan bien y gastan poco (al igual que el 1.6 dCi 130 que probamos en el Talisman, y al contrario que el de gasolina 1.2 TCe 130 que probamos en el Megane). Sí, digo Renault porque este Juke incorpora el veterano motor 1.5 dCi de Renault en versión de 110 CV.


Este motor empuja y bien, y no gasta demasiado (obtuvimos una media aproximada de 6 litros, rodando en muchos casos a velocidad elevada por las autopistas alemanas). En ciudad se mueve bien, su pequeño tamaño ayuda a moverse con soltura, y las salientes luces led diurnas nos ayudan a hacernos una idea de dónde acaba el morro del coche; además el motor tiene suficientes bajos por lo que las arrancadas se producen con suficiente suavidad (el motor vibra pero no demasiado), aunque el stop/start tiene un funcionamiento sólo correcto.


En carreteras convencionales también se conduce muy bien, el motor tiene buena respuesta incluso en 5ª velocidad (en 6ª ya le cuesta un poco más recuperar), y si reducimos una marcha para adelantar la respuesta es rápida y segura (para sus 110 CV, claro, que tampoco es un deportivo). La suspensión es bastante firme, eso sí, lo que compromete un poco la comodidad (aunque a mí me gusta más que vaya así, "durito"), y la insonorización es sólo correcta. Y ya en autopista (alemana, sin límite de velocidad), comprobamos que el motor sigue empujando incluso yendo a 160 km/h, aunque a estas velocidades tanto el ruido del viento como el del propio motor se dejan notar bastante. Por tanto, un comportamiento bastante bueno y un motor solvente para su potencia, aunque algo ruidoso.


Equipamiento y precio
La versión probada es la 1.5 dCi 110 Acenta, que parte de un precio según configurador de 20990 €. Su equipamiento principal incluye reposacabezas activos, dirección asistida sensible a la velocidad, climatizador automático, cuatro elevalunas eléctricos (sólo el del conductor es de un toque), llantas de aleación de 17 pulgadas, sistema de audio con 4 altavoces, control de crucero con limitador, faros antiniebla y cristales traseros oscurecidos.

La unidad probada incluía además la pintura en blanco (470 €) y el  pack con navegador y cámara trasera (800 €), lo que hace un total de 22260 €... que se quedan en 17710 € con el descuento oficial (que incluye 3 años de mantenimiento), un precio bastante correcto. Lo malo (que ocurre en casi todas las marcas asiáticas), que hay pocas opciones y para conseguir más elementos hay que optar por un nivel de equipamiento superior (N-Conecta o Tekna) que a veces incluye elementos que no deseamos... Pero es así. Lo que sí podemos hacer es acudir a los accesorios para personalizar multitud de elementos del coche en diversos colores: contorno de los faros o de la parte baja, las llantas, cúpula de la instrumentación, el retrovisor, la consola central, los asientos, la antena... con lo que podemos conseguir un modelo casi único.


Conclusión
No es el inventor del segmento, pero sí el que lo popularizó y el que ha obligado a las demás marcas a sacar un rival a su altura si quieren conseguir un trozo del pastel. A pesar de ser un modelo veterano, se sigue encontrando entre los más vendidos ya que su estética es aún original, tiene multitud de posibilidades de personalización, se vende a buen precio e incorpora un motor solvente de prestaciones y consumo más que correctos. Sí, los plásticos interiores son mejorables (y su diseño interior y tecnologías de conectividad están ya superados) y su habitabilidad es justita, pero este Juke sigue siendo un rival de cuidado entre los SUV del segmento B. Me dio penilla tenerlo que devolver, con eso lo digo todo.

  • Destacable: estética atrevida y original, prestaciones y consumo.
  • Mejorable: plásticos interiores, plazas traseras justas.

El resto de las fotos, aquí.

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