19/10/19

Prueba: Kia Stonic 1.0 T-GDi 120 Eco-Dynamics Drive

Hoy, la prueba del SUV más pequeño de Kia: el Stonic.


Por fuera
¿Qué demandan los compradores de los SUV del segmento B? Detalles llamativos y personalización. Y de esto, el Stonic ofrece a raudales. Y es que es un modelo que puede llamar bastante la atención según los colores elegidos, ya que hay unos cuantos para elegir (incluido un amarillo chillón) y además se pueden combinar con hasta cinco colores de techo diferentes (como era el caso de la unidad probada, en color gris oscuro "Platinum Graphite" con el techo en naranja "Tan Orange"). Y sí, es un modelo que gusta.


Y es que es normal que guste, ya que ofrece todo lo que está de moda: línea agradable y sin estridencias, que no disgustará a nadie, y una estética de turismo elevado con ciertos detalles SUV, como las protecciones en plástico negro o las barras de techo. Su tamaño está en la media del segmento, con 414 cm de largo, 176 cm de ancho y 152 cm de alto, siendo de los más bajitos del segmento.


En el frontal, encontramos la ya típica parrilla "tiger nose" de Kia, aunque más suavizada que en otros modelos de la marca (como en el Sportage o el Ceed cuya prueba publicamos hace poco), junto a unos faros estilizados (que lamentablemente sólo pueden ser halógenos). En el lateral, pocas líneas también, destacando el guiño estético que hacen las protecciones laterales, rompiendo un poco la línea general. Y en la trasera, unos pilotos que recuerdan a su hermano mayor Sportage.


Por dentro
Por dentro, el modelo no es tan imaginativo como por fuera. Y es que comparte al 100 % el interior con su hermano el Rio, salvo algunos detalles decorativos (algunas molduras pueden ir en naranja o en verde, como las que rodean a los aireadores o a la palanca de cambios, aunque no era el caso de nuestra unidad). El diseño es agradable, y la ergonomía es bastante buena, ya que todos los botones (incluyendo los de climatización, que con acierto se mantienen) se encuentran allí donde esperamos que estén. Los materiales empleados son sencillos y todos los plásticos son duros, aunque al menos los ajustes son buenos y en marcha no se escuchan ruidos.

 

La postura de conducción se ha elevado unos centímetros con respecto al Rio, pero estamos en un SUV de los que menos SUV se sienten. Me explico: la postura es prácticamente de turismo; como ya dijimos, es un modelo de los más bajitos del segmento, y es que se encuentra a caballo entre los polivalentes tradicionales y los SUV con aspecto de todoterreno. Pero es cierto que esos cm extras de altura del asiento se agradecen a la hora de entrar y salir del coche, y también ayudan a la visibilidad hacia adelante. Gustará a los que les gusta conducir, ya que no se siente postura "de furgoneta".



En las plazas traseras, el espacio es suficiente. Hay modelos bastante más amplios, pero tampoco falta espacio (hablando siempre para dos personas, claro está), siendo mejor la cota de altura al techo que la de espacio para las piernas. De maletero, tres cuartos de lo mismo: con 332 litros, no es de los más capaces (más bien al contrario), ofreciendo más o menos el mismo espacio que un polivalente tradicional. Sí que destaco que la bandeja trasera y el suelo del maletero están hechos de un material demasiado sencillo y de tacto mejorable.



En marcha
En marcha se agradece que el Stonic no sea "tan SUV". Y es que ser apenas unos centímetros más alto que un coche tradicional hace que las reacciones sean prácticamente iguales: poco balanceo y bastante precisión. Es cierto que no es un coche para ir a hacer curvas, ya que la suspensión es tirando a blanda (como en todos los SUV), pero también es cierto que las admite sin rechistar.


El motor es espectacular por rendimiento. Esta versión lleva el tricilíndrico de 1 litro en versión de 120 CV (88 kW), pero parecen muchos más. Da igual la marcha que lleves engranada, basta con pisar el acelerador para que el coche responda con rapidez. Y ya reduciendo una marcha, los adelantamientos se realizan con celeridad y seguridad. Además, su consumo es muy bueno: en casi 800 km realizados en su mayoría por carreteras de todo tipo, obtuvimos una media de 6,07 litros cada 100 km. Así que muy pero que muy bien.


¿Qué no nos gusta tanto del motor? Su ruido y vibraciones. Y es que al arrancarlo tuvimos que mirar si realmente era el motor de gasolina... Su sonido y vibraciones nos recuerdan a los diésel de hace 10-15 años. Es cierto que los tricilíndricos actuales hacen un ruido peculiar, tirando a grave, pero en este caso se siente y se oye más de la cuenta. No sé si es por el propio motor o porque está poco aislado, o una combinación de ambas. Y si bien es cierto todo esto, también digo que no es un motivo tan grande como para descartar la compra del coche. Simplemente mencionar que destaca, sobre todo hoy en día, cuando los coches son cada vez más silenciosos y refinados.


Equipamiento y precio
Esta versión 1.0 T-GDi 120 con acabado Drive tiene un precio de 17 040 € según configurador (hay una versión Concept con este motor por 15 590 €, y una superior Tech por 18 340 € que puede disponer además del cambio automático 7DCT por 19 820 €). Su equipamiento principal incluye faros antiniebla delanteros, luces diurnas y pilotos traseros con tecnología led, control de crucero, sensor de lluvia y luces, sistema de audio con pantalla de 7 pulgadas, navegador y compatibilidad con AndroidAuto y Apple CarPlay, lunas oscurecidas, climatizador automático y sensores de aparcamiento traseros.

Como únicas opciones se ofrecen la pintura blanca (156 €), pintura metalizada (364 €) o pintura bicolor con el techo a contraste (832 €, y hay bastantes posibilidades para elegir, te recomiendo que consultes el configurador de la marca para verlas todas), y un pack llamado "Advanced Driving Assistance Pack" (650 €, e incluye sistema de mantenimiento de carril, detector de fatiga, asistente a la frenada de emergencia, asistente de luces de carretera y panel de instrumentos de tipo "Supervision" con pantalla LCD de 3,5 pulgadas).


Conclusión
Kia ha acertado de lleno con este modelo. Tanto, que hasta está vendiéndose mucho más que su hermano el Rio. Y es que Kia sabe hacer bien los SUV (ahí está su superventas Sportage para dar fe de ello, junto al resto de gama SUV Soul, Niro y Sorento). Una estética agradable, incluso llamativa si queremos, junto con un motor solvente y un precio muy bueno: todos los ingredientes para cocinar un modelo de éxito. Si fuese un poquito más amplio por dentro, ya sería perfecto.

  • Destacable: precio, prestaciones, consumos, equipamiento, posibilidades de personalización.
  • Mejorable: ruido y vibraciones del motor tricilíndrico, calidad de algunos materiales, habitabilidad y maletero justos.

El resto de las fotos (una amplia galería con más de 100 imágenes), aquí.



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